Rollitos de canela o cinnamon rolls son originarios de Suecia, donde se elaboró el primero en el año 1920. Aunque entonces sólo era horneado en hogares pudientes debido a lo costoso de sus ingredientes (como la canela o la mantequilla), en la actualidad su popularidad es tan grande que cada sueco come de media unos 300 bollitos de canela al año y hasta tiene su propio día marcado en el calendario: el 4 de octubre.
Pues como hoy es su día internacional vamos con mi receta de rollitos de canela, la segunda receta de este reto #retointernationalday con Andrea andreacocinillas al mando, retointernationalday me encanta el nombre. Nunca había hecho esta receta y me llamaba la atención, mira por donde gracias al reto me he decido y me ha encantado.
La parte izquierda los ingredientes de la masa, la central del relleno y la de la derecha del glaseado.
Hay que dejar que la masa suba por lo menos hora y media (eso es lo que más me cuesta, que yo voy siempre rápida)
La masa bien extendida, ponemos el relleno y enrollamos.
Podemos ponerlos en una bandeja más separados que no se junten, pero a mi me gusta cuando veo así todos juntitos y me apetecía hacerlos así.
Un desayuno de lujo para el día internacional de los rollitos de canela. Podéis serviros.
Ingredientes:
Para la masa:
400 gr. de harina de trigo de fuerza
20 gr. de levadura fresca
50 ml. agua
50 gr. de mantequilla
1 huevo
Una pizca de sal
100 ml. leche
Media cucharadita de extracto de vainilla
30 gr. de azúcar
Para el relleno:
100 gr. de mantequilla
1cucharada y media de canela
60 gr. de azúcar
Para el glaseado:
100 gr. de azúcar glass
30 ml. agua
100 gr. de queso Philadelphia
Elaboración:
Mezclamos todos los ingredientes con los que vamos a hacer la masa y amasamos durante 15 minutos.
Hacemos una bola y dejamos reposar en un recipiente engrasado, tapada con film durante 1 hora y media, tendrá que doblar su volumen.
Estiramos la masa sobre una superficie con un poco de harina y formamos un rectángulo, extendemos la mantequilla, que este blanda y espolvoreamos con canela y azúcar, bien repartida.
Enrollamos la lámina y cortamos en rodajas 1,5 cm más o menos. Las ponemos en un recipiente para horno engrasado y tapamos con papel film. Dejamos reposar de nuevo la masa durante 1 hora y media.
Si no queremos que salgán unidos utilizad una recipiente grande que al doblar el volumen no se toquen.
Precalentamos el horno a 200 grados, horneamos con calor arriba y abajo, durante unos 20 minutos.
Para el glaseado:
Ponemos el azúcar glass, el agua templada y el queso en un cuenco. Reservamos.
Sacamos la bandeja del horno y echamos el glaseado, mejor que esten calientes.
Dejamos templar y servimos.