Anda que este monje armenio Gregory de Nicopolis no se imaginaba lo que iba a dar de si su pan de jengibre, nada menos que en el siglo X y él peregrinando lo llevo a todas partes de Europa.
Y luego llego la reina Isabel de Inglatera en el siglo XVI y hizo sus galletas de jengibre con forma de figuras humanas que regalaba a sus invitados en Navidad, mirad por donde ahora 5 siglos después estamos en nuestra cocina amasando galletitas tan contentas…con un olor que da gusto…así es la vida.
He leído que se convirtió en tradición en Inglaterra que las mujeres jóvenes comieran “hombres” de jengibre para asegurarse de encontrar marido, que cosas…ahora suena raro.
Estos hombrecitos galleta de jengibre tienen su día internacional, no faltaría más…que es hoy día 21 de noviembre #GingerbreadManInternationalDay aquí en el blog gingerbreadman todas las recetas del reto que dirige de maravilla su jefa y creadora @andreaitacdt a la que tenemos que dar las gracias por tanto trabajo bien hecho.
Por supuesto el ingrediente estrella, jengibre que he comprado en polvo.
Hacemos una bola con la masa, ya bien amasada y después con el rodillo estiramos para poder cortar las galletas.
Son tiernos hay que ponerlos con cuidado.
Glassa con azúcar glas y limón para decorar.
Ingredientes:
Galletas:
160 gr de harina
150 gr de mantequilla
100 gr de azúcar moreno
5 gr de bicarbonato
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de jengibre en polvo
1 huevo
sal
Para decorar
80 gr de azúcar glas
1 cucharada de limón
Elaboración:
Ponemos la harina tamizada en un bol, incorporamos el azúcar moreno, el bicarbonato, la canela y el jengibre, mezclamos bien con una espátula.
Cortamos la mantequilla en cuadraditos y metemos al micro unos 15 segundos.
Batimos el huevo.
Incorporamos el huevo y la mantequilla, amasamos bien, podemos hacerlo con la espátula y terminar con las manos, que quede una masa bien homogénea.
Cuando la tengamos bien amasada hacemos una bola.
Con el rodillo de cocina estiramos la masa, que quede uniforme.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Con el cortador de galletas, muñequito de jengibre, vamos cortando galletas, con cuidado las ponemos en la bandeja del horno con papel sulfurizado.
Las metemos al horno 15 minutos más o menos, según el tamaño del molde y el grosor, cuando las veamos doraditas.
Sacamos y dejamos enfriar.
Hacemos la glassa para decorar, ponemos el azúcar glas tamizado con una cucharada de zumo de limón en un cuenco y mezclamos muy, muy bien, hasta obtener una cremita blanca que pondremos en una manga pastelera.
Nunca había hecho estas galletas y me llamaban la atención, así que he hecho una receta muy fácil que no hay que dejar reposar, esta receta la vi hace mucho en Cocina para todos, y la tenía guardada, así que aquí está.
Nos ha gustado mucho el sabor y la textura.
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